viernes, 30 de diciembre de 2011
Gracias por el 2011
Esta última entrada de el año se la queremos dedicar a la parte más importante de nuestro negocio, nuestros clientes, ya que sois vosotros el verdadero motor de Bodegón El Pato, es por ustedes por quienes nuestras cocineras se esmeran cada día en preparar los mejores platos, es por ustedes por quien nuestros camareros se esmeran en daros un trato familiar y correcto, es por ustedes por los que los jefes se rebanan los sesos en pensar como mejorar cada día, porque sin vosotros de nada serviría ese esfuerzo. Por eso, por estar aquí en Bodegón El Pato, porque vengáis un día al año o a diario, porque incluso sin poder venir os preocupáis por lo que pasa en este antiguo Bodegón, por todo ello "Gracias por el 2011" y ahora vamos a por el 2012 que con la ayuda de todos haremos que todo sea mejor.
jueves, 29 de diciembre de 2011
9 tips para conversar de vinos
Sabemos que entre nuestros clientes tenemos grandes amantes de los vinos así que pasamos a reproducir un interesante artículo para hablar un poco mejor de vinos.
Si quiere dejar boquiabiertos a sus
invitados, pruebe a decir alguna de estas frases que, acompañadas de su
traducción al lenguaje común, pueden ayudarle a crearse una imagen de
experto en vinos sin serlo.
No. 1 “A los vinos españoles les sobra madera”
Esta frase le hará quedar bien si además subraya que está citando a
Robert Parker, controvertido gurú de los vinos estadounidense. La dijo
aunque se le acusa de privilegiar el roble en su famoso sistema de
notación en 100 puntos. El vino se conserva en recipientes de madera, y
el contacto con ella influye en su color, su sabor y su olor. No todas
las maderas son iguales. La más utilizada es el roble en dos variedades:
roble francés y roble americano. En España se suelen utilizar barricas
de maderas muy nuevas y tostadas. El primer año, el vino tiene una alta
exposición a los taninos, las sustancias responsables del amargor.
Xavier Ayala, presidente de la Associació Catalana de Sumillers lo
resume así: “Mucho sabor a madera quiere decir que sobra paso del tiempo
en barrica”.
No. 2 “La barrica envejece al vino y el vino a la barrica, por eso no es lo mismo madera nueva que vieja”
El primer año, el vino tiene una alta exposición a los taninos, las
sustancias responsables del amargor. Las barricas más viejas pierden su
capacidad de aportar taninos. La edad de la barrica es una elección
personal de la bodega y depende de la clase de vino que se quiera
elaborar. Según su estado, puede llegar a destrozar un vino, por lo que
tiene un papel fundamental. “Pones un vino en barrica para darle
estructura. A partir del tercer año, los taninos están más pulidos y ya
no se notan tanto”, explica Ayala.
No. 3 “Decir que el vino es afrutado es una obviedad”
Es habitual entre los profanos calificar el vino como “afrutado”. Pero…
¡todos los vinos lo son! “El vino está hecho de mosto de uva, es normal
que huela a fruta”, explica Meritxell Falgueras, sumiller y periodista.
Por tanto, es una redundancia. La clave está en encontrar qué clase de
fruta predomina. “Es imposible saber si es mango o piña. Pero podemos
decir que son frutas exóticas”. El cerebro trabaja por analogías, por lo
que si nunca hemos probado el cassis, difícilmente vamos a encontrarlo
en el vino. Sólo nos vendrán gustos que nos sean familiares.
No. 4 “El vino no es más bueno cuando más viejo”
Es un lugar común, así que seguro que le da pie a arduos debates en la
mesa. Los vinos tienen un periodo de consumo óptimo, están vivos, por lo
que pierden su frescura y se oxidan con el tiempo. “Por mucho que
guardes un vino joven nunca se convertirá en un gran reserva, sino en
vinagre”, asegura Falgueras. Blancos y rosados tienen una vida más corta
que los tintos. El tiempo de envejecimiento sirve para clasificar los
vinos (ver glosario). La vida de un cava o de un champán ronda los dos
años, excepto los Millésimés y los cavas gran reserva, que aguantan
muchos años en buenas condiciones.
No. 5 “La complejidad del vino la da el coupage”
Para saber de vinos primero debe saber francés. El coupage es el arte
de mezclar variedades de uva a la hora de elaborar un vino. En el Viejo
Continente es una práctica habitual y clásica, por ejemplo, de Burdeos.
Sólo se indica en la etiqueta si no hay ninguna variedad que alcance el
85%. Si por el contrario predomina alguna de ellas y alcanza o supera
este porcentaje, hablamos de vinos monovarietales. “Es como trabajar en
equipo –explica Falgueras–: puedes crees que te bastas tú mismo o que
necesitas alguien que te complemente. Hay variedades que por la
climatología o el terroir van bien solas, otras necesitan un
complemento”. Es el caso del cava: aunque los hay monovarietales, en su
mayoría son una mezcla de macabeo, parellada y xarel·lo.
No. 6 “Para saber si un cava está fresco hay que fijarse en la fecha de degüelle”
El champán y el cava pueden estar elaborados a partir de cosechas de
distintos años. Por eso no siempre aparece la añada. Lo más importante
es la fecha de degüelle, es decir, cuándo se han quitado las levaduras,
se ha añadido el licor de expedición y se ha colocado el tapón
definitivo. “En los cavas artesanales se pone cada vez más la fecha de
degüelle, al contrario que en las grandes producciones industriales”,
revela Ayala. Recomienda, por tanto, bodegas pequeñas, porque son más
fiables. Si no hay fecha, debemos fijarnos en el tapón. Debe tener forma
de seta. Si al extraerlo, en cambio, tiene una forma de “t”, significa
que ese cava ya no es fresco. Normalmente, se debe consumir entre el año
y medio siguiente al degüelle.
No. 7 “En el vino es más importante el aroma que el sabor”
Los aromas retronasales se notan en la boca o una vez tragado el vino.
El olfato es el sentido más sensible, mucho más que el gusto. Los olores
que llegan por vía retronasal crean la ilusión de que están localizados
en la boca, por lo que muchos creen que, en realidad, es un sabor. La
complejidad de sensaciones que puede producir el vino son recibidas por
vía retronasal. El presidente de los sumilleres catalanes lo tiene
claro: “lo más importante pasa en la boca”.
No. 8 “Un vino joven nunca puede tener bouquet”
El bouquet, vocablo francés que significa ramo de flores se adquiere a
través del envejecimiento. Un vino joven apenas ha pasado tiempo en
barrica. Hay tres categorías de aromas: primarios (característicos de la
variedad de uva, suelen ser frutales, herbáceos o minerales),
secundarios (resultado de las fermentaciones, normalmente caramelizados)
y terciarios (el bouquet, los aromas que se han adquirido con la
crianza en barrica y la maduración en botella).
No. 9 “Prefiero variedades terpénicas como el riesling o el gewürztraminer”
Esta última la dejamos para los más osados y con don de lenguas. Una
variedad terpénica es la que se distingue muy rápidamente por su intenso
aroma floral. La uva riesling se cultiva principalmente en Alsacia y en
Alemania, donde es la responsable del llamado milagro del vino alemán.
Es un vino delicado y de moderada graduación alcohólica. Por su parte,
la gewürztraminer se destaca por su alto contenido de azúcar.
Vía: Cocina y vino (según ellos vía: La Vanguardia)
martes, 27 de diciembre de 2011
La resaca: síntomas, prevención y remedios.
La resaca de Toulouse-Lautrec. |
Durante estas fechas son muchas las personas que padecerán
la temible resaca, pues vamos a arrojar un poco más de luz sobre ella, así como
prevenirla y sobrellevarla mejor una vez que aparece.
¿Qué es la resaca?
La resaca es un cuadro de malestar general que aparece
tras un consumo excesivo de bebidas alcohólicas, bebidas de baja calidad o
simplemente por que nuestro organismo no soporta el alcohol.
¿Que nos ha pasado? Básicamente, que varios órganos de
nuestro cuerpo están resentidos porque fueron sacados de su estado habitual y
se encontraron irrigados por sangre con alcohol. El alcohol afecta
especialmente a la parte del cerebro que regula la eliminación de agua, y
debemos ayudar a nuestro cerebro a recuperar la habilidad de distribuirla.
La resaca se manifiesta como conjunto de los siguientes
síntomas:
- Amnesia
o perdida de la memoria de lo ocurrido durante el episodio etílico.
- Alteraciones
gástricas: vómitos casi siempre, y más raramente diarrea a causa de que el
alcohol provoca la erosión de la mucosa gástrica y la pérdida de vellosidad
intestinal.
- Cefalea
o dolor de cabeza, el cual se produce por: deshidratación de las meninges,
dilatación de los vasos sanguíneos, disminución de la glucosa.
- Ortostatismo
y sed intensa, que se origina como una respuesta del cuerpo a la deshidratación
causada por la degradación del alcohol.
- Dolor
abdominal y muscular, lo que se traduce en sensación de debilidad.
- Posibles
flatulencias.
- Embotamiento
nervioso.
Ya sabemos lo que nos espera ¿pero como lo prevenimos?
Desde luego y a ser posible, suprimir o disminuir la
ingesta de bebidas alcohólicas. Beber líquido antes y después del periodo de
ingesta de alcohol y que este sea agua o zumos. Existen pastillas que previenen
los efectos que deben tomarse antes de la ingesta del alcohol. Otra opción
bastante eficaz es alternar beber agua y bebidas alcohólicas.
No conviene acostarse sino hasta estar en el estado más
normal posible.
La comida ingerida antes de beber también influye en como
afecta el alcohol al cuerpo, y lo mejor sería una comida copiosa rica en
hidratos de carbono, proteínas y grasas, con lo cual asimilaremos un volumen
más elevado de alcohol.
Los complejos vitamínicos del grupo B (en especial la B12),
junto con abundante líquido, pueden paliar en cierto grado los efectos molestos
de la resaca. Traducido esto sería: leche, carne, verduras y para las mujeres
que estén tomando píldoras anticonceptiva, un puñadito de frutos secos.
Muy recomendable beber aproximadamente la misma cantidad
de alcohol consumida en agua antes de acostarse a dormir, al otro día la resaca
será sustancialmente menor, no se levantará con la boca seca y no se tendrá esa
sensación de sed constante.
Vale aun así no hemos sido capaces de evitarla ¿Cómo lo
remediamos?
Combatir la resaca con alcohol no es conveniente. Lo que
lograremos es paliar la resaca prolongando la borrachera, pero tarde o
temprano, el dolor de cabeza volverá a aparecer. Aquí dejamos algunas
soluciones:
- Ingesta
de comida y agua. Ciertos alimentos como el huevo, que contienen cisteína,
y el agua acortan los síntomas al prevenir la deshidratación causada por
el alcohol.
- El
consumo de bebidas isotónicas.
- Vitamina
B6.
- Ingesta
de zumos de fruta.
- La
aspirina y el ibuprofeno para el dolor de cabeza. El paracetamol no es
recomendable, ya que el alcohol ingerido puede interferir en el
metabolismo a nivel hepático y hacer este fármaco tóxico.
Resumiendo lo mejor que podemos hacer es una buena comida
en Bodegón El Pato y luego no pasarnos con el alcohol, que más vale prevenir
que curar.
jueves, 22 de diciembre de 2011
D.O. Condado de Huelva. Los vinos del descubrimiento. (2/2)
Vamos a terminar de contar la historia de esta D.O.
Los vinos del Descubrimiento
Existen documentos que fechan en enero de 1502 la salida
de la primera partida de vinos de esta zona hacia las Indias. Esta partida sumó
la cantidad total de 1.422 maravedíes y partió de Sevilla en la misma flota en
la que viajaba hacia La Española fray Nicolás de Ovando. La tradición
exportadora de la comarca se prolongó durante varios siglos, alcanzando su
máximo esplendor en el siglo XVI.
La segunda mitad del siglo XVIII es el punto de inicio
del decaimiento de este comercio vinatero con las Indias desde el puerto de
Sevilla, debido al traslado de la Casa de la Contratación a Cádiz.
Los vinos del Condado se trasladan a los puertos de
Cádiz, Puerto Real, Puerto de Santa María y Sanlúcar –llegando a esta última
sobre todo vinos manzanilla–, desde donde parten a América.
El final del siglo se caracteriza por el inicio de la
afluencia e instalación de familias vinateras riojanas en la comarca –entre
ellas la de Juan Ramón Jiménez– quienes devolvieron de nuevo el esplendor a
esta zona durante el siglo XIX. Sin embargo, a finales de éste, una plaga de
filoxera trajo de nuevo la decadencia de la comarca prolongándose hasta,
aproximadamente, los años 20 del siglo pasado.
Con la introducción de portainjertos resistentes comienza
la recuperación pero los vinos de esta zona habían perdido el prestigio de
siglos anteriores y pasaron a abastecer todo el territorio nacional hasta bien
entrado el siglo XX.
No obstante, conscientes de la necesidad de producir y
elaborar con criterios de calidad e intentar recuperar el esplendor de antaño,
se crea la Denominación de Origen “Huelva” el día 10 de mayo de 1962 y, por
Orden del Ministerio de Agricultura, se aprueba, en 1963, el Reglamento de la
Denominación de Origen “Condado de Huelva”, que aúna a todos los sectores
comprometidos en la gran empresa de redescubrir al mundo la excelencia de los
Vinos del Descubrimiento.
Un paso más en el reconocimiento de la calidad y
tradición vitivinícola del Condado de Huelva es la recientemente creada
Denominación de Origen “Vinagre del Condado de Huelva”, aprobada por Orden de
la Consejería de Agricultura y Pesca el 31 de julio de 2002. En esta fecha
también se ordena el nuevo Reglamento de la D.O. “Condado de Huelva” y de su
Consejo Regulador, que nació hace más de 40 años y que ahora velará por la
calidad de ambas denominaciones.
Vía: condadodehuelva.es
miércoles, 21 de diciembre de 2011
D.O. Condado de Huelva, su historia. (1/2)
La D.O. Condado de Huelva es la más cercana a la localidad de Cartaya, ¿Pero qué sabemos de ella? Aquí os acercaremos un poco a su historia.
Historia de los vinos del Condado.
El inicio fehaciente y documentado de la historia del
cultivo de la vid por esta zona onubense denominada “El Condado” hay que
fecharlo en el siglo XIV, si bien existen legendarias referencias de los
intercambios llevados a cabo entre los tartesos y los griegos, de partidas
enviadas a Roma y de la tolerancia de los musulmanes con el cultivo y
elaboración del vino.
La repoblación que se inicia en Andalucía tras la
Reconquista hace que en el siglo XIV comience a cultivarse la viña en el
Condado de Niebla, origen de la actual comarca. El maestre de la Orden de
Calatrava, Don Juan Mestre, fue repoblador de Villalba del Alcor en 1327. Ocho
años más tarde, el maestre dona a Don Romero Díaz cien aranzadas de montes
jarales para que en el plazo de un año lo descuajara, rozara y plantara de
viñas. Dado el trabajo excesivo encomendado, se le conceden a Romero nuevos
plazos y la autorización para que las tierras pudieran ser cultivadas por
colonos. Es a partir de aquí cuando comienza la progresiva y actual riqueza del
Condado.
Durante
todo el siglo XIV, los pueblos de la comarca aumentan su importancia tanto
social como económica. Tal es el grado de calidad y volumen de la producción de
vinos que la ciudad de Sevilla –que se extendía hasta el municipio de
Manzanilla– se ve obligada a aprobar nuevas ordenanzas proteccionistas del vino
para salvaguardar su mercado. Sin embargo, dado el prestigio e impulso de los
caldos de Villalba, Bollullos, Almonte y La Palma, éstos siguieron
comercializándose en el mercado sevillano. En el siglo XV continúa la época de
esplendor. Las zonas de cultivo crecen, se cuidan y mejoran las técnicas de
crianza y el vino de Manzanilla desplaza al exportado en rama. Desde los
puertos de Palos y Moguer salían los vinos más solicitados, de “romania” y los
vinos de Manzanilla, hacia Inglaterra y Países Bajos. Y, sin duda, de estos
puertos zarparon estos vinos, y posteriormente, sus cepas, hacia el Nuevo Mundo
pues muchos de los descubridores que acompañaron a Colón en su aventura eran de
estos pueblos.
Si queréis compartirlo con los amigos un buen lugar es, sin duda, Bodegón El Pato.
Visto en: www.condadodehuelva.es
Visto en: www.condadodehuelva.es
jueves, 15 de diciembre de 2011
Jamón Serrano, ¿Sabemos lo que comemos?
Podemos decir que a todos
nos gusta el jamón serrano, menos a algún tipo raro, pero realmente sabemos que
calidad tiene lo que comemos, por que un jamón es de bellota y otro no. Pues
vamos a intentar arrojar algo de luz.
La primera gran diferenciación
que debemos hacer es entre Ibérico y Blanco.
Aquí la principal diferencia
es la raza, es decir el Ibérico es del tronco Ibérico mientras que los blancos
no. Los cerdos blancos son explotados de forma industrial, adquiriendo su peso
a una alta velocidad y a base de piensos. Por el contrario los cerdos de raza
Ibérica se suelen explotar en dehesas y por lo general han tomado en su
alimentación bellotas.
Si quieres disfrutar de un
gran jamón ya sabes a donde te esperamos en Bodegón El Pato.
lunes, 12 de diciembre de 2011
¿Estas navidades que prefieres comer carne o pescado?
Nuestro horno de carbón |
A lo largo de estas fiestas
nos enfrentamos a multitud de comidas: comidas familiares, comidas con amigos,
comidas de empresas… vamos un festín detrás de otro. Así que muchas personas se
plantean que comer en cada ocasión. Muchas veces no tenemos elección casi
siempre por tradición, que si el pavo de la abuela, que si el besugo de la
tita, o, quien sabe si, el cordero del padrino pero y cuando podemos elegir ¿Qué
es lo que debemos elegir? La respuesta a esta pregunta tiene infinidad de
respuestas desde “un pescadito que es más
ligero” o “mejor una buena carne que
luego empape el alcohol”.
Una pequeña recomendación
que hacemos es el cordero ya que no será una carne que nos resulte pesada y
muchos ganaderos lo tienen a punto para esta fecha. El cordero al horno digamos
que es un valor seguro en esta época o incluso esas chuletitas, que son tan
ligeras y tanto gustan al género femenino, abuelas, madres o niñas, los hombre
quizás sean más de brazuelos y patas, aunque para gustos los colores.
Otra pequeña recomendación
es un buen pescado, tal vez una buena corvinata al horno que no se vaya mucho
de presupuesto y que acompañada de una buena guarnición será delicia para
chicos o mayores. Nuestro grado de saciedad será vinculado a la guarnición que
tomemos de ese modo para los que quieren guardar el tipo posiblemente se quedarán
con su pescado y aquellos que comen como el fin de los días podrá acompañarlo
de una abundante guarnición.
Sea cual sea vuestra opción
si no queréis pasar horas encerrados en la cocina en Bodegón El Pato os
esperamos encantados de atenderos y prepararos nuestros menús.
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Época de rebullones o níscalos (Lactarius deliciosus).
Los rebullones son setas de otoño que se recolectan en
zonas de pinares, por eso se pueden encontrar con facilidad en el campo común
de Cartaya. La falta de lluvia ha hecho que se retrase su aparición este año.
Es una seta muy fácilmente identificable, aunque hay
otras que se le parecen. En este caso es una seta de color rojizo anaranjado y son muy delicadas. Por eso
cuando no son bien tratadas en la recogida, cuando reciben golpes o se corta
aparecen tonalidades verdosas que indican oxidación, no es que sean malos, ya
que se pueden consumir perfectamente pero a la vista es mucho mejor que no
presenten esas zonas.
Al recoger las setas hay que
hacerlo con cuidado sin tocar las láminas de debajo del sombrero, precisamente
para no estropearlas y se vean verdes luego. Un síntoma de la edad de los rebullones es que nos duren más tiempo en la nevera sin que salgan bichos. Los rebullones viejos por lo general están llenos de bichitos y no resulta nada agradables cogerlos cinco días después de recogerlos o comprarlos (por lo que sea que no has podido comértelos el mismo día) y encontrarlos con bichos.
Si queréis disfrutar de ellos podéis pasaros por el Bodegón El Pato donde os los prepararan con cariño y esmero.
lunes, 5 de diciembre de 2011
Nuestros menús de navidad
lunes, 27 de junio de 2011
El mercado de Isla Cristina
De los muchos atractivos turísticos que el lector podrá encontrar en el litoral occidental onubense, hay uno en el que podremos coincidir cualquier día: el mercado de Isla Cristina y, concretamente, sus puestos de pescados y mariscos.
De ahí procede casi todo el material que elaboramos en El Pato. Bien es verdad que de El Rompido nos suelen llegar robalos (lubinas), almejas, chocos o lenguados. Es lógico, nosotros no buscamos precio, sino calidad, pues eso es lo que el cliente nos demanda y lo que siempre procuramos atender en muy primer lugar. Pero lo normal es que la procedencia sea isleña.
Además de un marisco realmente excepcional, uno se encuentra sorpresas como la que hoy les queremos comentar, unos sapitos (*) ya limpios y bien preparados que no nos podíamos ni imaginar que hubiera alguien que se ocupara de este pescado, tan habitual como despreciado en la franja costera onubense. Parecido al rape, su pequeño tamaño es lo que lo ha alejado tradicionalmente de las perolas y hornos de las casas de la zona. Ni los marineros, siempre tan sobrados de buenos pescados, se han ocupado de estos simpáticos elementos, pero miren ustedes por dónde, el otro día, sapitos. De modo y manera que nos vinimos a Cartaya con la compra del día y con tres kilos de sapito que no fueron a parar a la carta, sino que los ofrecimos a los clientes como degustación gratuita. En realidad, el sapo, es difícil de comer, de ahí que no nos hayamos decidido a incorporarlo a nuestra carta. Pero era curioso y por eso lo tuvimos el otro día. Es complicado de comer, pero muy sabroso en su escondida y firme carne, escasa además, rodeada de huesesillos casi transparentes y, a veces, cortantes. Los hicimos fritos, como lo hacen en Isla Cristina, y como hacen allí también la anguila, untuosa en la boca, formidable en su textura y de un enorme sabor a mar.
En todo caso, cuando vengan por el bodegón El Pato, no se preocupen porque además de estas curiosidades, solemos tener unos pescados de calidad superior que a diario traemos del mercado isleño, fundamentalmente.
(*) Con el nombre de sapito se conoce a un combinado de granizada de limón y ginebra que es muy popular en Punta Umbría, sobre todo en la archiconocida La Española, en la plaza que lleva el nombre de un cartayero ejemplar, Pérez Pastor. Allí, en una terraza sobre cuya pared chocan las breves olas de la ría, se pueden ver nadar a los sapitos, y también sobre la mesa se lo pone el camarero. Si vienen por aquí y quieren un sapito, no lo duden, nos avisan y les vamos a buscar granizada, pero una granizada que, como es natural, será de primerísima calidad.
De ahí procede casi todo el material que elaboramos en El Pato. Bien es verdad que de El Rompido nos suelen llegar robalos (lubinas), almejas, chocos o lenguados. Es lógico, nosotros no buscamos precio, sino calidad, pues eso es lo que el cliente nos demanda y lo que siempre procuramos atender en muy primer lugar. Pero lo normal es que la procedencia sea isleña.
Además de un marisco realmente excepcional, uno se encuentra sorpresas como la que hoy les queremos comentar, unos sapitos (*) ya limpios y bien preparados que no nos podíamos ni imaginar que hubiera alguien que se ocupara de este pescado, tan habitual como despreciado en la franja costera onubense. Parecido al rape, su pequeño tamaño es lo que lo ha alejado tradicionalmente de las perolas y hornos de las casas de la zona. Ni los marineros, siempre tan sobrados de buenos pescados, se han ocupado de estos simpáticos elementos, pero miren ustedes por dónde, el otro día, sapitos. De modo y manera que nos vinimos a Cartaya con la compra del día y con tres kilos de sapito que no fueron a parar a la carta, sino que los ofrecimos a los clientes como degustación gratuita. En realidad, el sapo, es difícil de comer, de ahí que no nos hayamos decidido a incorporarlo a nuestra carta. Pero era curioso y por eso lo tuvimos el otro día. Es complicado de comer, pero muy sabroso en su escondida y firme carne, escasa además, rodeada de huesesillos casi transparentes y, a veces, cortantes. Los hicimos fritos, como lo hacen en Isla Cristina, y como hacen allí también la anguila, untuosa en la boca, formidable en su textura y de un enorme sabor a mar.
En todo caso, cuando vengan por el bodegón El Pato, no se preocupen porque además de estas curiosidades, solemos tener unos pescados de calidad superior que a diario traemos del mercado isleño, fundamentalmente.
(*) Con el nombre de sapito se conoce a un combinado de granizada de limón y ginebra que es muy popular en Punta Umbría, sobre todo en la archiconocida La Española, en la plaza que lleva el nombre de un cartayero ejemplar, Pérez Pastor. Allí, en una terraza sobre cuya pared chocan las breves olas de la ría, se pueden ver nadar a los sapitos, y también sobre la mesa se lo pone el camarero. Si vienen por aquí y quieren un sapito, no lo duden, nos avisan y les vamos a buscar granizada, pero una granizada que, como es natural, será de primerísima calidad.
jueves, 17 de febrero de 2011
Tradición y una buena despensa
Cuando hace seis o siete años nombraron mejor cocinero del mundo a Ferrán Adriá, la cocina tradicional, el trato cuidadoso de los mejores productos y todo lo que había significado cocina actual de calidad, se quedó en un mero ejercicio de artesanía. La cocina, en ese momento, se hizo arte, arte planetario o, como ahora gustamos decir, arte global.
Las perolas se quedaron atrás. Modernos aparatos que elevaban espumas hasta el infinito inyectando hidrógeno, o aparatos capaces de solidificar el humo de la leña de encina, se hicieron dueños de un mundo que acababa de cambiar de forma radical, revolucionaria. Se produjeron algunos intentos de que todo volviera a la normalidad, pero todo fue en vano, la cocina había emprendido un camino sin retorno. Ir a un restaurante a comer quedó desde entonces como eso, como un acto de pura alimentación, nutricional. A partir de ahora, algunos científicos, que aunan sensibilidad y conocimientos extraordinarios sobre técnicas, y también sobre tradición, convirtieron sus locales en lugares de peregrinación, lugares a los que se acudía con el mismo espiritu que con el que se va a una galería de arte o a una obra teatral. A El Bulli (ahora a punto de cerrar, pero multiplicado por cien gracias a la labor impagable de Adría) y a otros por el estilo, se va a disfrutar de un espectáculo. La cocina, desde que se proclamara al del cap de Roses mejor cocinero del mundo, ya es otra cosa.
En El Pato nos hemos quedado en lo anterior, en utilizar los mejores productos que tenemos a nuestro alcance, de una soberbia despensa llamada Huelva, por cierto, para tratarlos con mimo, para añadirles solo lo estrictamente necesario para realzar sus bondades organolépticas y sus texturas, cuidamos el ritmo cromático de un plato, la composición, para ofrecer lo que el cliente suele buscar en este y en otros restaurantes empeñados en hacer las cosas lo mejor posible. Hacemos cocina tradicional y contamos con una excelente despensa. Hasta ahí llegamos y eso es lo que queremos hacer, como se empeñaba en seguir haciendo Santi Santamaría hasta que ayer mismo llegó al final del camino: "el mismo día que Dios / te regala la vida, / también te está condenando a muerte" he oído hace poco a un cantaor bordando la soleá grande de Alcalá.
Dos opciones hay cuando uno entra en una cocina, experimentar y buscar nuevos caminos, introducirse en el mundo del espectáculo, del arte adobado de ciencia; o buscar a tu alrededor los mejores productos y tratarlos con el respeto que merecen. Ambas opciones son o deberían ser válidas, y las dos deben continuar existiendo. Quién piense que Santi Santamaría y Ferrán Adriá protagonizaron un combate a ver quién era mejor, está equivocado. Simplemente se encontraron dos maneras de entrar en una cocina, y os puedo asegurar que de las dos maneras se puede caminar con paso firme. En el bodegón El Pato vamos a continuar buscando para todos ustedes los mejores productos del mar, de la dehesa o de la campiña onubenses. los vamos a tratar con gusto, con cariño y se los vamos a poner delante para que disfruten y coman bien. Esto, a lo mejor, también es dar espectáculo, pero desde luego, los grandes espectáculos, los grandes musicales, los están escribiendo hoy por hoy gente como Ferrán Adriá. En todo caso, nosotros intentaremos a partir de hoy, como lo hacíamos antes, homenajear a un maestro que se nos ha ido, Santi Santamaría. A ustedes, por aquí les esperamos, nuestras puertas están abiertas a todos los gustos y a todos los ánimos. Tengan un buen día y hasta pronto.
Las perolas se quedaron atrás. Modernos aparatos que elevaban espumas hasta el infinito inyectando hidrógeno, o aparatos capaces de solidificar el humo de la leña de encina, se hicieron dueños de un mundo que acababa de cambiar de forma radical, revolucionaria. Se produjeron algunos intentos de que todo volviera a la normalidad, pero todo fue en vano, la cocina había emprendido un camino sin retorno. Ir a un restaurante a comer quedó desde entonces como eso, como un acto de pura alimentación, nutricional. A partir de ahora, algunos científicos, que aunan sensibilidad y conocimientos extraordinarios sobre técnicas, y también sobre tradición, convirtieron sus locales en lugares de peregrinación, lugares a los que se acudía con el mismo espiritu que con el que se va a una galería de arte o a una obra teatral. A El Bulli (ahora a punto de cerrar, pero multiplicado por cien gracias a la labor impagable de Adría) y a otros por el estilo, se va a disfrutar de un espectáculo. La cocina, desde que se proclamara al del cap de Roses mejor cocinero del mundo, ya es otra cosa.
En El Pato nos hemos quedado en lo anterior, en utilizar los mejores productos que tenemos a nuestro alcance, de una soberbia despensa llamada Huelva, por cierto, para tratarlos con mimo, para añadirles solo lo estrictamente necesario para realzar sus bondades organolépticas y sus texturas, cuidamos el ritmo cromático de un plato, la composición, para ofrecer lo que el cliente suele buscar en este y en otros restaurantes empeñados en hacer las cosas lo mejor posible. Hacemos cocina tradicional y contamos con una excelente despensa. Hasta ahí llegamos y eso es lo que queremos hacer, como se empeñaba en seguir haciendo Santi Santamaría hasta que ayer mismo llegó al final del camino: "el mismo día que Dios / te regala la vida, / también te está condenando a muerte" he oído hace poco a un cantaor bordando la soleá grande de Alcalá.
Dos opciones hay cuando uno entra en una cocina, experimentar y buscar nuevos caminos, introducirse en el mundo del espectáculo, del arte adobado de ciencia; o buscar a tu alrededor los mejores productos y tratarlos con el respeto que merecen. Ambas opciones son o deberían ser válidas, y las dos deben continuar existiendo. Quién piense que Santi Santamaría y Ferrán Adriá protagonizaron un combate a ver quién era mejor, está equivocado. Simplemente se encontraron dos maneras de entrar en una cocina, y os puedo asegurar que de las dos maneras se puede caminar con paso firme. En el bodegón El Pato vamos a continuar buscando para todos ustedes los mejores productos del mar, de la dehesa o de la campiña onubenses. los vamos a tratar con gusto, con cariño y se los vamos a poner delante para que disfruten y coman bien. Esto, a lo mejor, también es dar espectáculo, pero desde luego, los grandes espectáculos, los grandes musicales, los están escribiendo hoy por hoy gente como Ferrán Adriá. En todo caso, nosotros intentaremos a partir de hoy, como lo hacíamos antes, homenajear a un maestro que se nos ha ido, Santi Santamaría. A ustedes, por aquí les esperamos, nuestras puertas están abiertas a todos los gustos y a todos los ánimos. Tengan un buen día y hasta pronto.
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